Las últimas palabras de Merkel y Sarkozy de esta semana y las muy recientes intenciones declaradas por la Unión Europea me dieron la clave para comprender que este proceso de crisis de la deuda soberana europea, más conocida como “la crisis”, obedece estrictamente al modelo de procedimiento de introducción de medidas de sometimiento de la sociedad que lleva practicándose hace ya muchos años y que se resume en PROBLEMA-REACCIÓN-SOLUCIÓN.
En efecto, “modificación de los tratados de la Unión” es el punto al que se quería llegar con toda esta operación de crisis ideada en 2005 y desarrollada desde 2008. Modificación es una palabra muy aséptica, demasiado neutra para definir “cesión de soberanía nacional” en las élites del poder financiero y político europeo (debería poder decir, simplemente, en Europa, pero debo decir lo que he dicho).
La comprensión de dicho proceso me lleva a atreverme a vaticinar que, a corto y medio plazo, la disponibilidad de fondos para financiar la deuda soberana nacional aumentará o disminuirá, aflojando o apretando la crisis, en función del interés y la velocidad europeos por modificar los tratados de la Unión, de manera que los diferentes estados cedan la soberanía sobre sus propias economías nacionales a un organismo supranacional europeo creado para tal fin. Un nuevo paso necesario hacia un Estado Europeo, controlado por las élites financieros y los lacayos políticos a su servicio. Un paso tan difícil como trascendente para el objetivo final que no es otro que el “Nuevo Orden Mundial” (NWO-New World Order).
“Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”, viejo lema de la Ilustración acuñado en el s. XVIII, que terminó en la Revolución Francesa, casualmente en los mismos años en que se crearon los Iluminati de Baviera, 1º de mayo de 1791. Todo para Europa pero sin la Europa de los pueblos.
Seguiremos desarrollando este tema en próximos artículos.
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