Antes "indignados", ahora "concienciados".

Este es un blog para estar informado, para analizar, para discernir, para comprender, par ver más allá de lo evidente, para tomar conciencia de cómo funciona la sociedad, quién la dirige, y cual es nuestro papel, lo cual nos permitirá avanzar en el camino hacia un mundo nuevo. Sin consignas, sin apasionamientos, sin indignación; con criterio, con sentido común, con firmeza, con honestidad.

domingo, 7 de octubre de 2012

RAJOY: Guiños de dictador



Pasé por alto sus comentarios sobre las bondades de la “gente que no se manifiesta”, “que no abre los telediarios y las portadas de los periódicos internacionales”, tras las protestas y altercados con las fuerzas de seguridad en las manifestaciones populares del 25S, Al fin y al cabo no pasa de ser uno más de sus muchos exabruptos, y de sus arranques de ira cuando la gente le lleva la contraria y se le levanta harta ya de este expolio continuado.  

A él le gusta más que el rebaño se quede bien quieto mientras se le esquila. No se puede esquilar bien y a gusto a una oveja nerviosa, inquieta y agitada. No rinde tanta lana. Nos prefiere así, aborregados, que ya lo estamos, y dopados por los obsesivos y soporíferos mantrams del déficit y toda su metralla conceptual asociada.
 
Pero cuando le escuché anoche, en un mitin preelectoral al PP gallego, decir exactamente: “Galicia necesita una mano firme en el timón, no cuatro o cinco manos arrebatándose el timón unas a otras”, el pufo a dictador que expelían sus palabras me hizo cambiar de canal inmediatamente. Me recordó a Franco (no hace falta ir más lejos) y su Movimiento, tan cansinos con su Orden Público (dicho de otra forma, “aquí no se mueve ni Dios”) y con la Nave Hispánica guiada con mano firme por el Caudillo, su amado timonel, enfilando la proa hacia el futuro, como consignas para la apertura del NO-DO.
 
Acostumbrado a decir lo que le viene en gana, o a no decir nada cuando le viene en gana, mientras su selecto rebaño partidario todo lo asiente moviendo la cabeza mecánicamente como aquellos perritos de la luna trasera del Seat 600, a Rajoy se le escapan los guiños de moderno dictador que todo PePero lleva dentro. Porque la docilidad extrema de un pueblo como valor a exaltar públicamente y el timón de la nave bajo un brazo fuerte, dicho ante las cámaras de todas las televisiones del país, nos habla de un dictador frustrado cuya ideología política interior es, lisa y llanamente, la dictadura.
 
Lo que me quita el sueño, lo que lleva a darme cabezazos contra la pared, es que le ha votado el pueblo, por mayoría absoluta, para que no haya dudas, y en libertad, haciendo bueno una vez más el concepto “Vota y calla”, tan anhelado por los políticos.
 
En este contexto de erosión sutil pero sistemática de derechos y libertades de la sociedad, a la que la crisis está sirviendo como un acelerador poderoso, hay que entender una idea sencilla: Las fuerzas sociales no son estáticas, son muy dinámicas, más de lo que parece. Unas empujan hacia un mundo de libertades, derechos, deberes y justicia; otras hacia un mundo de castas, liderazgos personales, negocios sucios, pelotazos, nepotismo, silencios masivos y apropiación indebida del excedente económico, público y privado. Son como dos manos enfrentadas por las palmas que empujan una frente a la otra; llegan un equilibrio de fuerzas y, desde una perspectiva exterior, parece que están quietas, pero la fuerza está ahí, empujando siempre. Cuando una pierde fuerza, resta fuelle y empuje, la otra le gana terreno y le hace retroceder. Así de simple. En el caso de España, el pueblo se fue a echar la siesta, adormilado por los vapores del fuego fatuo de la burbuja inmobiliaria y otras y cedió en su fuerza. La otra fuerza, que nunca descansa, le ha comido el terreno. Ahora habrá que hacer mucha más fuerza para recuperarlo, si es que logramos despertar de esa siesta.