Los próximos días 25 y 26 de Junio, Sheldon Adelson, el magnate
promotor de ciudades del vicio vendrá a España a reunirse con los responsables políticos
de Barcelona y Madrid respectivamente. Tiene a las dos ciudades compitiendo por
hacerle más regalos para que instale en sus territorios su ciudad del vicio
europea, y ha elegido a España para ello.
El hecho de que no le reciba una gran manifestación de
ciudadanos en cada una de las ciudades, al menos tan grande como la que llena sus
estadios de futbol cada domingo, exigiéndole a él, para que lo oigan bien nuestros
políticos, que se marche a otro país con sus proyectos de vicio es algo muy
preocupante. Es una muestra clara del deterioro y la descomposición de valores
humanos a la que estamos llegando poco a poco en esta sociedad, como sin darnos
cuenta.
La primera pregunta que me viene a la cabeza es ¿qué tipo de
sociedad queremos para nosotros y para nuestros descendientes? ¿Una sociedad de
valores de educación, cultura, arte, salud, buenas costumbres, paz,
sostenibilidad, hermandad? ¿O todo vale con salir delante de la crisis?. Porque
si todo vale, también puede valer, por ejemplo; la fabricación masiva de
armamentos, la conversión del país en un nuevo paraíso fiscal, convertinos en almacenistas
de residuos peligrosos y contaminantes, hacer la vista más gorda al tráfico de
drogas, etc, etc. En este mundo tan pervertido, hipócrita e inmoral cuando hay
dinero por medio, hay muchas maneras de ganarlo, pero no son honradas y yo no
las quiero para mi país. ¿Las quieres tu?. ¿Hemos de salir de la crisis a
cualquier precio?. Esa es la pregunta principal.
Porque, no nos engañemos ni nos adormezcamos con los juegos
de palabras de los políticos y los eufemismos con respecto al tema: Eurovegas,
esté en Barcelona o esté en Madrid, es una colección de casinos de juego, que
quiere venir a España para que la gente que no va a Las Vegas venga aquí a
perder su dinero en este vicio. El juego siempre viene acompañado de sus tres inseparables
socios: prostitución, mafia y droga, más prostitución, más mafia y mas droga de
la que ya hay, sin duda alguna. En este caso, Eurovegas viene acompañada de una
cuarta secuela tan negativa como las anteriores, la exigencia de un claro retroceso
en legislación económica y social: despido libre, acceso libre de ludópatas a
los casinos, exención de impuestos, relajación en los pagos a la seguridad
social, acceso libre de capitales e inmigración selectiva, etc, etc. Por estas
lindezas retrógradas están compitiendo nuestras ciudades, mientras Sheldon
Adelson se frota las manos pensando en cuanto va a sacar de esta competencia. Eso
es lo que trae realmente Eurovegas y por lo que estamos compitiendo para
instalar en nuestra Comunidad.
Nos dicen que trae teatros, exposiciones, conciertos,
cultura, turismo, puestos de trabajo, ingresos, etc, nos intentarán deslumbrar
con este tipo de ventajas mientras ponen sordina y mencionan solo muy de pasada
la parte negativa del asunto, el vicio (no diré el juego, porque no quiero
degradar la palabra juego, que es muy lúdico para todos cuando no implica
dinero). Repito la pregunta inicial, ¿queremos crecimiento a cualquier precio?.
Yo no. Eurovegas no es EuroDisney ni Port Aventura, no es una especie de parque
temático más, es una ciudad del vicio con muchas secuelas, tanto físicas como
energéticas, muy negativas.
Se escudarán en que el juego de dinero no es ilegal, apelarán
a la sacrosanta libertad para justificarse, clamarán que a nadie le van a
obligar a entrar en los casinos ni a jugarse su dinero, pero ese no es el debate
principal, no es centro de la cuestión. El debate directo y real es el que se
está poniendo últimamente sobre el tapete con más frecuencia de la deseada:
moralidad versus legalidad. Seguro que lo que plantean y quieren llevar a cabo
será legal en las formas (y si no es legal, se cambiará la ley, lo cual, cuando
hay dinero por medio es más fácil de lo que parece) pero ¿es moral? ¿nos lleva
hacia una sociedad mejor? ¿nos hace avanzar en una sociedad de valores?. No,
todo lo contrario, es un retroceso hacia una sociedad que permite o fomenta de
bajos instintos de los seres humanos. En una sociedad confusa, debilitada por
la crisis y sin norte claro de futuro, es fácil el desarrollo de conductas
insanas, malévolas, delictivas y desestabilizantes, y Eurovegas viene a añadir
más leña al fuego a cambio de dinero, el cual, por lo que se ve, tendremos que
poner entre todos en gran medida.
Los partidos políticos y organizaciones sociales que no
desean este tipo de ciudades entre nosotros, que son muy minoritarios, no han
enfocado el asunto correctamente, al menos en Madrid, en Alcorcón más
exactamente, que es donde se instalaría Eurovegas. Han centrado su oposición en
resaltar los aspectos legales que contraviene la instalación de este putiferio,
el incumplimiento de normativas urbanísticas, de sostenibilidad, impacto
ambiental, laboral, etc, un enfoque del problema absolutamente insuficiente
para aunar voluntades de oposición porque esas normativas, siempre de segundo
orden, simplemente se cambian o se saltan. El problema no está en los juzgados,
está en la defensa a ultranza de una sociedad de valores, de moralidad, de
salud física y psíquica, de progreso en integridad y honradez, y de felicidad y
paz. ¿La queremos o no?
Decía Lenin; los capitalistas se pelearán entre ellos por
venderte la soga con la que les ahorques. Eso están haciendo Artur Mas y
Esperanza Aguirre con Eurovegas, competir ofreciendo las ventajas y los
terrenos donde florecerá la ludopatía, la mafia, la droga y la prostitución.
Decía el sabio jefe indio, más o menos; Todo ser humano
lleva dentro un lobo y un águila (equivalente en nuestra cultura a un demonio y
un ángel), crecerá y se desarrollará aquel al que alimentes más, y destruirá al
otro. La pregunta es: ¿a quién alimentamos con Eurovegas?
Ahora hablando en clave del mundo espiritual, Eurovegas, se
ubique donde se ubique, será un polo de atracción de oscuridad energética, un
foco de energías bajos astrales adicionales muy perjudicial para la ciudad y el
país donde se instale. Viviendo yo en Madrid podría sentirme tentado a que Eurovegas
se fuera lejos de aquí, a Barcelona, pero amo demasiado Catalunya y a los
catalanes (donde tengo muchos amigos) como para desearles este mal. Lo que
deseo y cocreo es que Sheldon Adelson se arruine porque a sus casinos en todo
el mundo deje de entrar la gente, pro convencimiento y consciencia.
También me sorprende que el mundo espiritual haya tenido una
respuesta tan tímida (si es que ha tenido alguna) a esta invasión energética
oscura. Si queremos la Nueva Tierra, como tanto se promulga, no querremos
Eurovegas en ella, ni sus secuelas oscuras, supongo. Por ello, toda persona de
bien, de valores, de espíritu, de alma, debe sentirse agredido por esta
invasión de la oscuridad y reaccionar ante ella con la herramienta energética
que mejor domine, incluida la oposición física.
La oposición radical a Eurovegas sería una oportunidad para
unir a todo el mundo espiritual en una acción concreta y conjunta de
saneamiento y limpieza energética de nuestro país, y nos fallaríamos a nosotros
mismos y perdería mucho valor nuestro mensaje luminoso si Eurovegas se
instalara en España sin que nadie hubiese abierto la boca.
Si quieres una nueva tierra, un mundo mejor, una democracia
real únete a la oposición a Eurovegas, allí donde te encuentres y con quien la
ejerza.