No lo digo yo, lo ha dicho esta mañana en Radio Nacional el
Catedrático de Economía Financiera de la Universidad Complutense de Madrid,
Juan Antonio Maroto. La elevadísima prima de riesgo que sufrimos cada día y que
nos exprime y ahoga no tiene nada que ver con las elecciones griegas, ni con la
deuda de la banca española, ni con la situación de crisis del país, ni con la
confianza en las reformas realizadas por el gobierno; es un escenario de pura y
simple especulación, un asunto de “codicia humana”. Lo ha dicho con esas
palabras, un asunto de codicia humana.
Se puede luego lo hacemos, el mercado de la desconfianza es
mucho más rentable y beneficioso que el de la confianza, así pues, desconfiemos
a ultranza, piensa el especulador, sean cual sean las medidas que se tomen o la
situación real. Me extendí sobre este asunto en un post anterior: El negocio de
la desconfianza, el pasado 2 de junio.
Por eso, siempre que sale una emisión de deuda del banco de
España se cubre, es más, sobra dinero para prestarnos. Dinero para España hay,
luego confianza en que lo devolverá también hay, siempre que se pague muy caro
porque se puede exigir, porque España está débil.
En el sistema capitalista imperante esto es legal, nada que
objetar, es totalmente legal, forma parte de las reglas del sistema, nadie se
avergüenza por ello, más bien todo lo contrario, ganan mucho dinero legalmente
y esperan que la situación dure. Este es el sistema que nos quieren vender como
perfecto, el sistema en el que la codicia humana encuentra el camino libre y
legal para arrasar y empobrecer pueblos como un quinto jinete del Apocalipsis
sin freno ni oposición.
Y en este retorcido mundo financiero se dan extrañas paradojas
como las siguientes, que una mente no enferma de codicia, como la mía y la de
toda la gente honrada y bien intencionada no aciertan a comprender. Veamos:
El BCE liberó hace unos meses 300.000 millones de Euros para
la banca europea. Una importante cantidad de este dinero fue requerido y
prestado a la banca española que no lo empleó para capitalizarse, ni para dar
créditos que mejoren la economía de las empresas y el consumo, sino para prestárselo
al gobierno español a una elevada tasa de interés para hacer un buen negocio,
mientras que el gobierno tiene que actuar de avalista de la propia banca
respondiendo con el dinero de todos para capitalizar a dicha banca. Un círculo
vicioso incomprensible.
Hace 14 semanas que el BCE no compra bonos españoles y nos
deja a la intemperie de los mercados más voraces para que nos expriman bien
exprimidos. El BCE está principalmente sostenido y dirigido por los grandes
bancos alemanes. ¿Para qué van a ordenar al BCE que compre deuda española y,
con ello, baje la tasa de interés si pueden comprar ellos la misma deuda a una
tasa de interés mucho mayor?. ¿Por qué hubo dinero para la banca española entonces
y ahora no hay nada ahora sino no es el Estado el que lo recibe? ¿De dónde
vienen y qué pretenden estos bandazos? Yo tengo la seguridad de que la banca
española no va a pagar estas ayudas, eso está pactado, se quedará con el dinero
para seguírselo prestando al gobierno a alto interés y hacerse así legalmente
con los ahorros las bajadas de salarios de los funcionarios, los futuros
recortes de las pensiones, etc, etc, y el marrón nos lo volveremos a comer
todos los ciudadanos con más recortes y con más pobreza, como tantas otras
cosas. Esto no es una paradoja, es simple lógica capitalista.
¿Por qué no se deja caer al Banco de Valencia, por ejemplo,
que lo hizo rematadamente mal apoyando las locuras ególatras de Camps, y que
fue expoliado también por sus propios consejeros, y se deja caer a cualquier empresa,
productiva y rentable, que no encuentra financiación para su desarrollo?.
Un asunto de codicia humana. De vergüenza.
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